martes, 26 de abril de 2011

2.3 Documentos, hiperdocumentos y el arte de la memoria


Documento

Un documento es el testimonio material de un hecho o acto realizado en el ejercicio de sus funciones por instituciones o personas físicas, jurídicas, públicas o privadas, registrado en una unidad de información en cualquier tipo de soporte (papel, cintas, discos magnéticos, películas, fotografías, etcétera) en lengua natural o convencional. Es el testimonio de una actividad humana fijada en un soporte.

Cuando los documentos se producen para atender a las competencias y actividades encomendadas a las organizaciones e instituciones, y se realizan a lo largo del tiempo, adquieren su carácter seriado y se denominarán series documentales (actas, libros de contabilidad, correspondencia, etcétera).

Hiperdocumento

Es el contenido de información, incluyendo los fragmentos de información y las conexiones entre esos fragmentos a tavés de un nodo .Tanto su lectura como su escritura pueden ser no lineales, es decir puedes escribir un párrafo desarrollar otro concepto nuevo (que continue el Hiperdocumento) y después volver al párrafo anterior para seguir escribiendo, pasa lo mismo con la lectura, el sistema utilizado para leer o escribir tal documento es indiferente a la hora de desarrollar un Hiperdocumento.

Arte de la memoria

Surgida al mismo tiempo que la filosofía, el arte de la memoria fue creada por el poeta Simónides de Ceos hacia el año 500 a. C. Desde entonces formó parte de la educación en las escuelas del mundo griego y romano. Mientras que el estudio de la filosofía proporcionaba los medios para manejar adecuadamente los conceptos, la mnemónica se proponía la función no menos importante de enseñar a utilizar las imágenes mentales (imagines agentes) y la carga emotiva adherida a ellas a fin de potenciar los procesos de rememoración, facilitar las operaciones intelectivas y contribuir a la plasmación de la personalidad.
Tras su eclipse al final de la Edad Antigua, el arte de la memoria se abrirá camino, de la mano de la Escolástica, como parte de la virtud de la prudencia, y culminará su andadura en el Renacimiento con el impulso del hermetismo, el neoplatonismo y el lulismo. Caída en el olvido desde el siglo XVIII, la mnemónica se ha convertido en foco de atención gracias, en buena parte, a Frances A. Yates, que en este libro ha narrado, de forma luminosa, la historia de este arte singular.
Por su originalidad se destacan los capítulos dedicados al arte de Raimundo Lulio, el Teatro de la Memoria de Giulio Camillo, los sistemas de Giordano Bruno y las relaciones de la mnemónica con la pintura y la arquitectura.


REFERENCIAS:

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